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Descripción corta

Situado en la orilla derecha del Guadalquivir y frente a la ciudad, el Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla, es actualmente la sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. En 1986 se restauró y rehabilitó tratando de recuperar para el presente su pasado monástico, militar y fabril y en 1989 se transformó al mismo tiempo en un centro de investigación y difusión cultural.

Descripción larga

Por su gran riqueza en barros y arcillas se instalaron numerosos hornos alfareros almohades, y fue en uno de ellos, en 1248 donde apareció la imagen de la denominada Virgen de las Cuevas. Para venerar a esta Virgen se creó primero una ermita franciscana y en 1399 Gonzalo de Mena, el arzobispo de la ciudad de Sevilla, funda el Monasterio de la Cartuja y adquiere más terreno.

En sus seis siglos de existencia, la Cartuja ha conocido momentos de gran esplendor, aquí fué donde se depositaron los restos de Cristóbal Colón durante treinta años, dado que era una persona que visitaba con frecuencia el Monasterio y en cuya hospedería preparó su segundo viaje. Este lugar fue también, retiro espiritual de Felipe II, y la frecuentaron personajes como Arias Montano y Teresa de Jesús, así como, todos los reyes españoles de paso por Sevilla. En el aspecto artístico el Monasterio se enriqueció con importantes colecciones de Alejo Fernández, Durero, Murillo, Cano, Zurbarán, etc.

La Cartuja, son sólo era un monasterio era como una ciudad amurallada en continuo cambio. En 1810 por la invasión napoleónica, los cartujos y el Monasterio fueron expulsados y se transformó en el cuartel de las tropas de ocupación. Los monjes huyeron a Portugal y no regresaron hasta 1812 y en el periodo de la Desamortización de Mendizábal en 1836, salieron de la vida religiosa.

Maltrecho y abandonado el Monasterio, Charles Pickman, un comerciante inglés, adquirió el Monasterio e instaló una fábrica de loza y porcelana china en 1841. En un principio las necesidades de la fábrica respetaron el edificio, sin embargo, las demandas de la producción hicieron que se utilizaran todos los restos monásticos. Se construyeron chimeneas y diez hornos, de los cuales cinco siguen en pie. Hasta 1982 la fábrica de loza y porcelana continuó funcionando.

La exposición Universal de 1992 dotó a La Cartuja de unas instalaciones expositivas que pusieron en marcha una nueva etapa del inmueble. En 1997 se convirtió en la sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC).

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