PERÍODO DE VALIDEZ | |
---|---|
FRECUENCIA | |
HORARIO |
De martes a domingo de 11:00 a 14:00.
|
PRESENTACIÓN | |
DURACIÓN | |
PUNTO DE SALIDA | A tres minutos caminando desde la Catedral.
|
TIPO DE VENTA | |
POLÍTICA DE CANCELACIÓN | |
CIERRE DE VENTAS | |
IDIOMAS |
Otros puntos de interés cercanos son la Iglesia de San Juan del Hospital, la Parroquia de Santo Tomás Apóstol y San Felipe Neri y el Centro Arqueológico de la Almoina.
Los Baños Árabes del Almirante hacen referencia a un edificio mudéjar construido entre los años 1313 y 1320 por el arquitecto Pere de Vilarasa junto al Palacio de los Almirantes de Aragón, del que toma su nombre. Esta construcción se levantó en época cristiana siguiendo el prototipo de los baños musulmanes que habían estado tan presentes en la ciudad. Hoy en día, el monumento es de gran interés por ser el único de esta tipología que se ha mantenido activo desde su fundación hasta el siglo XX. En el año 1944 fueron declarados Monumento Histórico-Artístico y en 1993 Bien de Interés Cultural.
A la hora de estudiar este monumento debemos tener en cuenta el proceso de restauración que sufrió a finales del siglo XIX y que le otorgó el aire neomudéjar con el que cuenta en la actualidad. Hoy en día, el acceso al edificio se hace mediante una puerta de nueva planta compuesta por un arco de herradura que nos da paso a un bello zaguán con techos con vigas de madera, una vez allí, los baños se dividen en las tres zonas tradicionales: la sala fría, la sala templada y la sala caliente. Toda esta estructura se realizó con muros gruesos para resistir la humedad y las altas temperaturas y se decoraron con hermosos tragaluces estrellados cerrados con vidrieras de colores.
En un primer momento se accedía a la sala fría donde se instalaron las letrinas y un fregadero para después pasar a la sala templada, la más apetecible y de mayor tamaño de todas ellas, en la que se pasaba más tiempo. Finalmente, el público entraba en la sala caliente donde el agua adquiría su elevada temperatura gracias al sistema de hipocaustos construidos en el subsuelo y pasaban en ella escasos minutos para después volver a la sala tibia y seguir disfrutando de las conversaciones y masajes.
Lunes.