El puente de San Martín se encuentra elevado sobre el río Tajo en la zona más occidental de la ciudad. A parte de ser una viía de acceso fundamental desde la zona de los montes de Toledo, era el acceso directo al barrio de la judería. El nombre de San Martín lo toma por su ubicación dentro de la parroquia de San Martín de Tours.
Desde tiempos pasados hay constancia de la existencia de un pequeño puente de barcas en esta zona, del cual quedaría el Torreón de la Cava, puesto que todo fue arrollado durante una riada a principios del siglo XII. No está clara la fecha en la que el puente se volvió a reconstruir, pero se sabe que ya estaría levantado durante el enfrentamiento entre el rey Don Pedro I de Castilla y su hermanastro Enrique II de Trastámara quedando el puente inservible y necesitando ser reconstruido. Esta labor de volver a levantarlo se ejecutó gracias al arzobispo Don Pedro Tenorio y en su honor se colocó una pequeña efigio en el ojo central del puente. Esta estatua ha dado lugar a gran cantidad de especulaciones y leyendas como la del alarife que se confundió en los cálculos al levantar el puente y cuyo prestigio fue salvado por su mujer.
El torreón cercano a la ciudad presenta inscripciones con las reformas llevadas a cabo en diferentes períodos, como la de 1690 encargada por el corregidor Francisco Vargas y Lezama. En 1760 el puente fue pavimentado y en 1994 volvió a ser solado una vez más. El torreón de salida presenta una arquitectura más pura que nos ayuda a imaginar cómo sería el acceso a este monumental puente y a la ciudad de Toledo en el siglo XIV.
Alrededores Puente de San Martín:
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