La leyenda de Sant Jordi con su dragón en la azotea o un baile de carnaval con sus máscaras blancas. Distintas interpretaciones pero una misma sensación entre los peatones del Paseo de Gràcia y en continua disputa con las casas vecinas casas Amatller y Lleó Morera.
Antoni Gaudí aprovechó la reforma de un edificio del Passeig de Gràcia de Barcelona de 1875 para hacer una de sus obras más atrevidas. La imaginación del artista es la clave en la dirección del proyecto, como los es el trabajo decorativo de los artesanos que colaboraron entre 1904 y 1906. Los círculos policromados de cerámica vidriada y fragmentos de vidrios de colores, colocados en precisión, dibujan flores y nenúfares y juegan con los reflejos de la luz del sol.
Un gran balcón de piedra arenosa en el primer piso deja ver la planta noble, mientras que los otros pisos muestran balcones con formas de máscaras. En el interior el patio de luces de cerámica, las dobles buhardillas y la azotea con chimeneas revestidas de colores, muestran una creatividad sin límites totalmente libre y el esfuerzo para hacer una casa funcional y moderna a la vez.
Diario de 09:00 hrs a 21:00 hrs
Metro: L2/L3/L4-Passeig de Gràcia
Bus: 7,22,24, H10,v15
Tranvía: R2/R11/R13/R14/R15/R16-Barcelona – Passeig de Gràcia
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