La ermita de San Antón, patrón de la ciudad de Almería, se construyó como parte de un complejo al que acudieron las monjas del Convento de Santa Clara tras la desamortización del suyo acaecida en el año 1877 y gracias a la ayuda del obispo de la ciudad que les cedió el espacio para que tuvieran un lugar donde alojarse. Curiosamente, este espacio para las hermanas se levantó sobre el solar de una antigua mezquita medieval y estuvo ocupado por esta orden hasta el año 1899 cuando pudieron volver a su lugar de origen. Unos años más tarde, en el 1908, el que había sido oratorio de las clarisas durante su estancia, se inauguró como templo público dependiente de la parroquia de San Juan Evangelista.
Esta ermita esta dedicada a San Antón quien cuenta la leyenda que descubrió la verdad de la vida a través de la observación de la naturaleza y se convirtió en el patrón de los ganaderos y de todos los animales. El hecho más conocido de la vida del Santo cuenta la curación de una jabalina y de sus crías ciegas, que se quedaron por siempre a su lado en señal de agardecimiento, por este motivo se le representa con un cerdo en sus pies. En la festividad de San Antón en Almería celebrada el 16 de enero, se come y se bebe al calor de las hogueras además de bendecir a todos los animales de la ciudad y de subastar los tradicionales "rabicos", rabos de cerdo engalanados de coloridos lazos. Tras la Guerra Civil se realizaron estas subastas para financiar la restauración de la ermita que fue muy dañada durante los bombardeos aéreos en la ciudad.
Otros lugares cercanos de interés son la Alcazaba, la Parroquia de San Juan Evangelista y el Parque de Nicolás Salmerón.
Misas a las 19 todos los días.
A siete minutos a pie desde la Plaza Vieja,
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