La Alcazaba del Conjunto de la Alhambra es la parte más antigua de todo el recinto, data del siglo IX, momento en el que se decidió levantar un recinto fortificado que cumpliera las funciones de fortaleza y residencia real. En el interior de este espacio había zonas destinadas a habitaciones para los sultanes, dependencias para la guardia real y otros almacenes para abastecer a las personas que allí residían. Después de un largo periodo de abandono, hoy en día se ha recuperado para mostrarnos todo el esplendor de épocas pasadas.
Las primeras referencias sobre una alcazaba defensiva en el entorno de la Alhambra nos sitúan en el siglo IX bajo el mandato del emir Muhammad I. Este sultán decidió trasladar su residencia a esta zona construyendo una fortaleza y las Torres del Homenaje, la Torre de la Vela y la Torre de la Quebrada, con el objetivo de crear un auténtico reducto defensivo donde la guarnición de élite de los sultanes residirá una vez se edifiquen los palacios nazaríes. Estas torres fueron secundadas por la Torre de la Pólvora o, bajo el control cristiano de Granada, la Torre del cubo, situada sobre la base de la torre del Homenaje.
La zona de la alcazaba se dividía por una calle estrecha que situaba al norte las casas para los soldados y sus familias, y al sur un área de almacenes. En el recinto también destacaban el jardín de los adarves (antiguo foso) y la plaza de armas, la zona empleada como parada militar y de preparación para la batalla en tiempos de paz y guerra, respectivamente. Siglos después, la Alcazaba de Granada se convirtió en prisión estatal en tiempos de Napoleón, y en el siglo comenzó su largo periodo de restauración.
Otros puntos de interés cercanos son el Museo de la Alhambra y el Museo de Bellas Artes de Granada.
De lunes a domingo de 8:30 a 18:00.
A treinta minutos a pie desde la Catedral.
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